viernes, 2 de noviembre de 2007

Nuevos tiempos

No todo es armonía y felicidad en mi lugar de trabajo. El nacimiento de esta nueva sección ha alimentado tensiones y desenterrado antiguas y legítimas demandas. La convivencia entre el 'papel' y la Red no será sencilla. Pero resulta imprescindible para la supervivencia de ambos formatos.

No hay alternativas, muy a nuestro pesar. Para los que amamos la prensa escrita, la suntuosidad de la fina lámina de papel teñida de negro, el futuro se antoja complicado. La reconversión es obligada. No sé si en internet se encuentra el futuro del periodismo, pero estoy convencido de que jugará un papel destacado.

Y que conste que me considero el primer damnificado de esta nueva era. Un tránsito del papel a la virtualidad. Del 'ego' al anonimato. Son las exigencias del guión, porque se trata de un medio condenado a entenderse con la Redacción tradicional. Sin ella Internet no existe. Al menos tal y como se concibe actualmente.

La estrecha colaboración de los redactores convencionales es imprescindible, a pesar de que pueda parecer un incordio. Que lo es. En las primeras semanas en pruebas apenas hemos recibido el apoyo del diario escrito. Contábamos con ello. No pongo en duda la buena voluntad de mis compañeros, de mis amigos. Existe. Pero el proceso de adaptación es lento, como cualquier cambio de hábitos.

Las llamadas telefónicas a la sección digital resultan imprescindibles para nuestro futuro. Y hasta el momento brillan por su ausencia. Salvo honrosas excepciones, la mayor parte de la Redacción no ha reparado en ello. Bien como medida de presión a la empresa, bien por despiste, las necesidades de internet no están siendo cubiertas.

No me gustaría que se malinterpretaran mis palabras. Las reividicaciones laborales son legítimas y cuentan con todo mi apoyo. Me atrevería incluso a hacerlo extensivo al resto de componentes de esta friki-sección. Una vez resueltas estas demandas espero que cambien las tornas. Porque los compañeros del 'papel' serán los principales beneficiados de esta simbiosis.

En su mano está trascender a la caducidad del medio impreso. Internet ofrece esta ventaja. A cambio, otros compañeros renuncian a lo más preciado y personal del trabajo como periodista, la firma. Ellos son nuestros ojos, nuestros guías. Quienes nos permitirán llegar a buen puerto en tiempos de incertidumbre.

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