martes, 25 de septiembre de 2007

El tercer hombre


En 1949, Carol Reed estrenó en Reino Unido una de las mejores producciones cinematográficas de la historia. El Tercer Hombre es desde entonces un paradigma del género de intriga y un referente para varias generaciones de directores. No es para menos. El tres es un número mágico. Así lo acredita la historia e, incluso, la mitología. La Santísima Trinidad, dogma de fe cristiano, es un ejemplo de ello. Pero no el único. Los triunviratos romanos, los delanteros del Barça, las fantasías sexuales, las tres mellizas... El tres está en todas partes. También en mi diario.


Ya lo dice la sabiduría popular, donde comen dos comen tres. Y mi empresa se lo ha tomado al pie de la letra. Seremos tres los encargados de sacar adelante este nuevo proyecto. Un buen número, sin duda, si no nos preguntáramos a estas alturas quién nos acompañará en una andadura que resulta, por otra parte, inminente. Son muchos los rumores que circulan por la Redacción, pero todavía no hemos recibido confirmación alguna. Por fortuna, acostumbramos a manejar buena información. La identidad del tercer hombre es, desde hace días, un secreto a voces.


Mañana (según mi reloj, hoy mismo) conoceremos oficialmente a nuestro nuevo compañero. La Dirección nos ha convocado a tal efecto apenas cuatro días antes de comenzar esta aventura periodística. El misterio, como en el filme protagonizado por Joseph Cotten, se prolonga aquí hasta el último instante. Es el modus operandi habitual. Deseo, en cualquier caso, que la última pieza de este delicado engranaje pueda darnos un impulso definitivo. Somos pocos, así que ahora solo resta continuar bien avenidos. En breve tenemos nuestra primera prueba de fuego. Partimos a Madrid a recibir unos cursos de formación previos a nuestro nuevo cometido. También aquí se extiende la intriga más allá de lo recomendable. Aunque ésta es otra película...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Los impares molan más. La simetría entra demasiado bien en el cerebro humano y eso como no. El cinco, el siete, el tres incluso.Y el tercer ojo que es el que parece que te puede reventar ese tercer hombre misterioso. Cuidado.